Agaz Noticia, Opinión

Por Marcos Galera

Socio Director de Agaz [ ]

Está claro que la Justicia necesita una profunda reforma, pero aún más una exhaustivo estudio por aquellos que han de realizar esas reformas, puesto que las modificaciones que se vienen realizando son experimentos e iniciativas improvisadas, encaminadas a recortar el acceso de los ciudadanos a la Justicia.

Es importante que los expertos de todos los sectores implicados, incluidos los ciudadanos (futuros litigantes), sean parte del proceso de reforma global de la justicia, desde los funcionarios hasta las instituciones implicadas, procuradores y abogados, todo ello encaminado a prestar una justicia más ágil y justa con el ciudadano.

Un hecho esencial y necesario es la independencia del poder judicial (así como de la Fiscalía), para evitar situaciones como las vividas en el pasado, en las que se impulsan o archivan causas en función del signo político que se haya visto implicado en tantos y tantos escándalos políticos.

Las reformas que se vienen realizando no están suponiendo la agilización de los procesos pues la justicia, a parte de ser justa, debe ser ágil, y más en éstos graves momentos económicos en los que un procedimiento de reclamación de cantidad se debería resolver antes de lo que actualmente los hace (en uno o dos años).

Más grave es la ley de tasas, que provocará una limitación de acceso a muchos ciudadanos al ejercicio de la justicia, a una tutela judicial efectiva, hecho éste consagrado en nuestra Carta Magna. Tal limitación potenciará gravemente situaciones injustas e innecesarias en un estado democrático como  el que tenemos.

Se producirá por tanto un cambio de modelo, pues habrá casos en los que el afectado, no pueda ejercitar ni siquiera las acciones judiciales, pues puede tener patrimonio, pero no tener ingresos, y este hecho le limitará incluso ejercitar al amparo de la justicia gratuita, viéndose obligado a malvender sus propiedades para solicitar el amparo judicial al que todos tenemos derecho.

El tiempo lo dirá, pero esta crisis la estamos pagando cara, muy cara todos los ciudadanos y más con una pérdida de derechos básicos.

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