Agaz Noticia, Opinión

Por Patricio González

Departamento de Auditoría de Agaz [ ]

Las peculiaridades de las Entidades sin fines lucrativos (ESFL), son lo suficientemente significativas como para contar con una adaptación contable propia. El Gobierno aprobó según el R.D. 1491/2011 de 24 de octubre, publicado en el BOE de 24 de noviembre de 2011, dicha adaptación.

Pero esta adaptación sectorial no ha surgido de la noche a la mañana. Así, el 18 de noviembre de 2010 se constituyó un Grupo de trabajo en el seno del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), compuesto por expertos de las propias entidades, funcionarios del ICAC, profesionales independientes y docentes, entre otros.

El punto de partida de este Grupo de trabajo fue aclarar la característica diferenciadora de cualquier ESFL respecto al resto de entidades mercantiles, siendo ésta, la ausencia de ánimo de lucro. Por tanto, su finalidad contable no consiste en cuantificar el resultado económico obtenido, por ser éste ajeno a su finalidad, sino reflejar la financiación conseguida en un período económico y el empleo que se ha realizado de la misma en la consecución de sus finalidades programadas, así como reflejar que la entidad se encuentra en condiciones de responder de todos los compromisos que haya asumido, bien sean estos de carácter económico o de carácter social. Una vez tenido esto claro, parecía más sencillo saber qué entidades se veían afectadas por esta adaptación y cuáles no, lo que les facilitaba el comienzo del trabajo.

La estructura que tiene el plan contable para las ESFL resultante consta de los siguientes apartados: marco conceptual de la contabilidad, normas de registro y valoración, cuentas anuales, cuadro de cuentas y definiciones y relaciones contables. De todas formas, conviene recordar que existe un modelo del plan contable adaptado a PYME´s SFL y otro aún más simplificado para las llamadas Microentidades SFL (las que cuentan con menos de 5 empleados y el activo total y/o el volumen anual de ingresos no supera los 150.000 euros).

Uno de los aspectos a destacar de esta adaptación contable, es la desaparición de la tradicional cuenta de pérdidas y ganancias, sustituyéndose por una cuenta de variaciones patrimoniales. Este nuevo estado financiero recoge la procedencia de los distintos recursos obtenidos y la aplicación o finalidad para la que se concedieron durante todo el ejercicio económico, dotando así a la ESFL de mayor transparencia y evitando encubrir posibles actos fraudulentos puestos de manifiestos, por ejemplo, en recientes escándalos públicos salidos a la luz que desprestigian a este tipo de entidades.

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