Actualmente los órganos judiciales han alcanzado un nivel inasumible de carga de trabajo, el 70% tardó más en resolver sus asuntos en 2010 que en el año anterior, aunque el 51,29% de los juzgados resuelven sus asuntos en el plazo considerado óptimo.
La crisis ha supuesto también un aumento de la carga de trabajo en los tribunales, con asuntos como las ejecuciones hipotecarias, que aumentaron en un solo año hasta en un 80%.
El Observatorio de la Justicia de la Fundación Wolters Kluwer ha cuantificado en 423 el número total de jueces y magistrados necesarios en atención a la carga de trabajo recibida en 2010. Al mismo tiempo, crece un 0,5% el número de sentencias emitidas por jueces no miembros de la carrera judicial, designados sin el oportuno proceso de selección y sin pasar por la Escuela Judicial.
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