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Por Germán Fernández – miembro del área jurídica de Agaz

De conformidad con los datos facilitados por el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones (ONTSI) en su estudio anual, el comercio electrónico en España entre empresas y particulares crecerá un 13,4% durante el año 2014, alcanzando una facturación cercana a los 12.383 millones de euros.

Según este mismo estudio, uno de los principales factores que frena a los consumidores a la hora de realizar compras online es precisamente la desconfianza hacia los medios de pago, así como la reticencia a la hora de facilitar datos personales.

En este artículo os proporcionaremos unas sencillas pautas que os permitirán evaluar de forma rápida y sencilla si la tienda online en cuestión merece o no gozar de vuestra confianza:

1. Un aviso legal adecuado y suficiente

La Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico determina que todas las tiendas virtuales deben contar con un aviso legal en donde se haga constar el nombre o denominación social del responsable, el domicilio, una dirección de correo electrónico y cualesquiera otros datos que permitan que el comprador establezca una comunicación efectiva con el establecimiento. Además, si se trata de una empresa, se deberán hacer constar también los datos de inscripción en el Registro Mercantil correspondiente.

Por lo que respecta a la protección de datos personales, el aviso legal deberá incluir una política de privacidad donde se informe acerca de la existencia de un fichero, la finalidad del tratamiento de los datos, los destinatarios de los mismos, la identidad y dirección del responsable del tratamiento y la posibilidad de ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición.

Por último, la práctica totalidad de las tiendas online utilizan unos pequeños archivos de información que se almacenan temporalmente en el navegador, con el fin de identificar al usuario y mejorar su experiencia de compra. Se trata de las denominadas “cookies”. La instalación de las mismas requiere el consentimiento del usuario y la página web deberá ofrecer una información clara y completa acerca de las cookies utilizadas y la finalidad de las mismas.

2. Transparencia en las condiciones de compra

El establecimiento deberá informar claramente acerca del proceso de compra, los precios finales de los productos o servicios (incluyendo los gastos de envío e impuestos correspondientes) y el procedimiento de devolución de los bienes en caso de desistimiento del comprador o que los productos resulten defectuosos. Y recuerde que, desde la entrada en vigor de la Ley 3/2014 en el pasado mes de marzo, el plazo de devolución queda ampliado a 14 días naturales.

3. Medios de pago seguros

Un pago online seguro conlleva la utilización de herramientas de cifrado para evitar que los datos sean interceptados por terceros durante el proceso de compra. En estos casos, en la URL del navegador aparecerá el protocolo de trasferencia segura “https” (en vez de http) y en algunos navegadores figurará también el icono de un candado.

4. Sellos de calidad

Aunque no se trata de un imperativo legal, muchos establecimientos han optado por la obtención de sellos de calidad en un intento de otorgar un plus de confianza al comprador. El más extendido en España es el distintivo de Confianza Online.

Evidentemente, las pautas anteriormente citadas no resultan infalibles, pero el hecho de que una tienda online cumpla con la legalidad vigente es un indicio generalmente positivo.

Y un último consejo; fíese siempre de su intuición. Si hay algún elemento que no le termina de encajar busque una alternativa para adquirir el producto, o al menos, trate de contactar primero con los responsables del establecimiento para disipar sus dudas.

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